La jaula

Por Fer Solís.
ferNO@NOlorosfantasticos.org

¿Cómo debe ser la jaula de mi Loro?

Se ha mencionado varias veces en nuestro grupo de Facebook que las jaulas redondas no son adecuadas, pero tampoco ofrecemos la opción correcta. El problema forma parte de nuestra idiosincrasia, el lorito en su jaula redonda o periquera. Yo también le compré una jaula así a mi primer loro, es como las veía desde niño y me era lo normal ¡un binomio indisoluble!

Ahora, la jaula adecuada es aquella donde el loro se sienta seguro, resguardado y es capaz de aletear sin golpearse las alas, sin rozar contra los barrotes su cola. Suelen ser de forma rectangular o cuadrada, en la que su percha sea una rama natural con corteza y sus dedos puedan abarcar máximo 3/4 de la circunferencia de la rama. Ésta última, al ser natural, debe tener diferentes diámetros los cuales le permiten al loro apoyarse en varios puntos evitando el daño en su piel.

La jaula ideal tiene que ser lo más amplia posible (siempre tomando en cuenta tu presupuesto y espacio), de una construcción y barrotes sólidos, sin malla (tipo gallinero) pues el alambre de la misma les produce cortes en los pies además de que puede resultar débil ante el ataque de un pico decidido. Nunca la hagas de madera, ni material suave o a base de parches; recordemos que ellos van a estar muchas horas buscando como salirse y si hay una pequeña grieta, la encontrarán.

La jaula debe de estar pintada con pintura electrostática horneada, para que el destructor pico de nuestro loro no desprenda la pintura, dejando el metal de la jaula expuesta al óxido. El plomo de las pinturas corrientes puede envenenar a nuestro loro y causarle problemas de salud graves. El que esté expuesto al óxido de la jaula tampoco es bueno para su salud. Lo ideal es que tenga un sistema para poder limpiarla más fácil, como una charola y que haya una separación de barrotes entre el estrato donde caen los desperdicios y el ave, para que no los pueda alcanzar.

La jaula también debe de encontrarse elevada lo suficiente para que no entren en ella depredadores como ratas, mapaches o gatos.

Lo mejor sería que anduvieran sueltos bajo vigilancia, pero en la mayoría de los casos no es posible. Una buena jaula también sirve para proteger al loro de amenazas externas como son los niños, otras mascotas o sus depredadores naturales, por que es real que los halcones bajen y se posen sobre las jaulas para ver como le hincan el pico a estas apetitosas aves coloridas.

Sí podemos dejar a nuestra ave un par de horas fuera de su jaula ya sea libre por la casa o en algún cuarto donde hemos eliminado las amenazas comunes para ellos como: cristales, espejos, cables y demás tentaciones. Esto es muy bueno para ellos, sin embargo no podemos dejar por ningún motivo a nuestro loro sin supervisión; si no hay quien lo acompañe, deberá permanecer en su jaula.

Los loros necesitan recibir la luz solar directamente al menos un par de horas al día; por ello es conveniente que la jaula se pueda mover junto a la ventana abierta. El cristal filtra algunos de los rayos que ellos necesitan aunque si es posible sacarlo con jaula al patio o al jardín ¡excelente!, si no, con acercarlos a la ventana y abrir el cristal basta.

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Si nuestra jaula esta la mayor parte del día expuesta al sol es conveniente que cuente con un área de sombra donde el ave pueda refugiarse; el sol les encanta, ¡pero no todo el día!

Hay que alejar las jaulas de corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura, los loros son sensibles a ellos y padecen muy fácil de enfermedades respiratorias; en su hábitat natural el clima es templado la mayor parte del año, por eso las fluctuaciones de temperatura no son lo más adecuado para ellos.

Procuremos que los trastes tanto del agua como de la alimentación sean de acero inoxidable o de plástico duro, posicionados a la altura de las perchas para evitar que se ensucien con las heces. Recordemos que la higiene es indispensable para evitar infecciones bacterianas que pueden resultar fatales.

El traste de agua se debe retirar al menos una vez al día para lavarlo y secarlo perfectamente antes de rellenarlo con agua nuevamente. A los loros les gusta remojar su alimento por lo que es común verlo lleno de desperdicios alimenticios.

Interior de jaula con cacatúa y juguetes

Los juguetes son muy importantes para el enriquecimiento ambiental, antes de proporcionarlos revisémoslos con ojo crítico, evitemos materiales débiles o frágiles; y después de dárselos, al notar su deterioro, cambiarlos. Los juguetes en mal estado pueden ser muy peligrosos.

La mayoría de los fabricantes recomiendan ciertos tamaños de jaula para cada especie, sin embargo no olvidemos que nosotros somos el mejor juez y ante la duda elijamos siempre la más amplia.

Es momento de revisar la jaula de tu loro y comparar tus condiciones con los puntos que mencioné anteriormente. ¿Cabe la posibilidad de alguna mejora que puedas realizar? Si es así, adelante, por pequeños que parezcan ¡¡¡los cambios son muy positivos para ellos!!!